Era de noche y todo parecia estar tranquilo. La tranquilidad de la nada, la inmensidad del todo.
Ella estaba ahi, sus ojos cerrados y su alma abierta. Pero no, no estaba dormida. Pensaba en el y en sus enormes ojos negros y su sonrisa traicionera. Ella lo pensaba pero trababa sin conseguirlo en no pensarlo, no mirarlo, no tocarlo.
Ella se lo advirtio, le han roto el corazon en mil pedazos y este no sera el mismo despues de todo. Su corazon y su espiritu son fragiles, debiles pero valientes.
El pregunto por su pasado y aseguro haber recorrido los mismos caminos, su corazon habia sido roto incontables veces tambien.
Ella tenia miedo, se sentia incierta, aun no podia dormir.
Seguia ahi con sus ojos aun cerrados, pensando si la historia se repetiria, si el destino jugaria sus torcidas mañas.
Intenta dormir, pensar en el mañana, pensar en no pensar. Pensar en no querer y en no desear.
El mientras tanto llega a su casa y duerme, no tiene ni idea.